Aquella reseña de Prometheus

Hay cierto artículo de Jotdown.es, el cual os recomiendo que leáis antes de juzgarlo por lo que yo vaya a decir, en el que un hombre habla de Prometheus como si de un Doctor en Semiología, Semántica y Guión Audiovisual se tratara. Y sinceramente, no creo que lo sea. Pero bueno, el caso no es que este hombre vaya sentando cátedra, el problema es que caéis. Y eso me preocupa, más que por la película en sí, por vuestras propias reacciones. Antes de leer el artículo decís: «Pues la película ha sido entretenida, sin más. La verdad es que me ha dejado un poco indiferente al final y la verdad, ha sido un poco de flipados. No creo que vuelva a verla»

Sin embargo, luego vais diciendo: «Después de leerme este artículo me he dado cuenta de que la película es un truño» ¿Perdona? Una película es de verdad mala cuando a la media hora te has levantado para irte porque en ningún momento eres capaz de preguntarte nada sobre la película como si estuvieras dentro de ella: sientes que estás perdiendo el tiempo. ¿De verdad ha sido así? Lo dudo mucho. Lo que me sorprende es que necesites una razón externa para hacer una valoración personal de la película.

Y enfatizo: lo que me produce esta vena hater no es que os haya parecido mala o buena. Lo que me jode es que os suméis al carro de «yo estoy por encima de esto» por una razón que no sale de vosotros sino de una argumentación circular que se resume en «esto es así porque lo digo yo porque es así porque lo digo yo porque es así». Es decir, en una reafirmación constante con analogías que acaban en falacias.

Y ahora, vayamos con el falso Doctor en Semiótica y Semántica:
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La entrevista que nunca fue

No se sabe bien si el periodista encargado de esta entrevista llegó ayer al mundo o ha perdido la profesionalidad junto al buen gusto, pero sí se le ven las intenciones. Es completamente lógico que titules la entrevista con una cita, pero la que aparece suena más como una justificación del tipo «las cosas no andan tan mal, nuestros jóvenes salen adelante a pesar de las trabas que están sufriendo en el sistema«. Sobre todo teniendo en cuenta que un chico de 16 años no es un objeto argumentativo como para dedicar la entrevista exclusivamente al paro juvenil.

Y es que, ¡sorpresa! La entrevista, originalmente publicada por El Correo (la reciente pasión de ABC por publicar cosas ajenas), está cortada por todas partes. Por lo que se pudo observar en su momento, el entrevistador no tenía muy claro en qué consistía el premio que le dieron al chico. Esto lo llevó a insistirle varias veces en que si había violado la intimidad de otras personas, confundiendo hacker del software libre con cracker y dando por hecho que en Berlín se da una subvención a nivel europeo para montar empresas que se dediquen a piratear ordenadores.

Lo siento por la exageración, realmente no creo que el periodista pensara eso. Sin embargo sí es cierto que a una entrevista hay que ir informado del asunto, sin prejuicios de ningún tipo y otorgándole la importancia que se merece.

¿Y por qué no trabajo yo en ABC reblogueando o en El Correo haciendo mejores entrevistas? Pues porque siempre se pueden cortar luego o, en el segundo caso, borrar su existencia.